Vol. 4 Núm. 7 (2020): "Autonomías y horizontes emancipatorios. Aportes de los procesos autonómicos para la Crítica Jurídica"

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La autonomía, como forma de hacer y de ser colectividad, ha estado presente en los procesos emancipatorios del sur global, sobre todo con mayor fuerza, desde finales el siglo XX. Ahí donde la reproducción de la vida es apremiante, germinan expresiones de autonomía que permiten resistir y hacer frente, de un modo u otro, a la gubernamentalidad neoliberal. Tanto como medio y como finalidad, la autonomía ha asumido diferentes formas, sentidos y significaciones a partir de las condiciones concretas de posibilidad de cada uno de los escenarios donde ha emergido. De la misma manera, su emergencia ha implicado una serie de cuestionamientos a las estructuras hegemónicas de organización de la vida social. Es decir, la existencia de procesos autonómicos pone en evidencia las contradicciones, los límites y las deudas históricas del estado moderno y sus instituciones con los pueblos originarios que habitan Nuestra América. En la medida en que estos cuestionamientos van cobrando visibilidad, el estado ha procurado desplegar una serie de mecanismos y mediaciones para contener las potenciales confrontaciones entre estos procesos y las estructuras hegemónicas que pudieran conducir a determinada crisis de la gubernamentalidad neoliberal. Algunos de estos mecanismos son operativizados desde el derecho moderno (internacional, nacional y local), de tal suerte que, por ejemplo, en algunas legislaciones se reconoce el derecho a la autonomía y a la libre determinación de los pueblos, pero de forma restringida y limitada, como es el caso de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La autonomía, como forma de hacer y de ser colectividad, ha estado presente en los procesos emancipatorios del sur global, sobre todo con mayor fuerza, desde finales el siglo XX. Ahí donde la reproducción de la vida es apremiante, germinan expresiones de autonomía que permiten resistir y hacer frente, de un modo u otro, a la gubernamentalidad neoliberal. Tanto como medio y como finalidad, la autonomía ha asumido diferentes formas, sentidos y significaciones a partir de las condiciones concretas de posibilidad de cada uno de los escenarios donde ha emergido.

De la misma manera, su emergencia ha implicado una serie de cuestionamientos a las estructuras hegemónicas de organización de la vida social. Es decir, la existencia de procesos autonómicos pone en evidencia las contradicciones, los límites y las deudas históricas del estado moderno y sus instituciones con los pueblos originarios que habitan Nuestra América.

En la medida en que estos cuestionamientos van cobrando visibilidad, el estado ha procurado desplegar una serie de mecanismos y mediaciones para contener las potenciales confrontaciones entre estos procesos y las estructuras hegemónicas que pudieran conducir a determinada crisis de la gubernamentalidad neoliberal.

Algunos de estos mecanismos son operativizados desde el derecho moderno (internacional, nacional y local), de tal suerte que, por ejemplo, en algunas legislaciones se reconoce el derecho a la autonomía y a la libre determinación de los pueblos, pero de forma restringida y limitada, como es el caso de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

No obstante, dichas herramientas jurídicas, como es el caso del Convenio 169 de la OIT, entre otros, son apropiadas políticamente por los movimientos autonómicos a través de un uso estratégico, e incluso subversivo, del derecho para avanzar en el horizonte hacia la emancipación de los pueblos.

En ese sentido, la autonomía, como movimiento, como horizonte, como sendero o como utopía, nos sigue interpelando para reflexionar en torno a sus potencialides, sus expresiones, sus límites y sus alcances. En la medida en que se trata de un concepto relacional, también nos debería conducir a pensar y reflexionar críticamente en torno a las instituciones y mediaciones estatales que potencian u obstaculizan el pleno desarrollo de escenarios autonómicos. Por tanto, consideramos necesario no perder de vista algunas de las preguntas que consideramos centrales, ¿cómo se relacionan estos procesos autonómicos contemporáneos con los estados latinoamericanos?, ¿cuáles son los límites y las potencialidades presentes en el estado de derecho para un pleno y efectivo reconocimiento del derecho a la autonomía y la libre determinación para los pueblos?, ¿cuáles son las condiciones de posibilidad necesarias para que la autonomía pase de ser una demanda a una realidad concreta?, ¿cuál es el grado de compatibilidad entre los estados nacionales y las comunidades autonómicas?

Los trabajos reunidos en este dossier, sin duda, nos darán elementos para la reflexión y el necesario debate, pues todos contribuyen a mostrarnos una mirada panorámica y plural de la autonomía como horizonte, como práctica, como derecho y como constructo, los cuales transcurren desde niveles abstractos de reflexión hasta los procesos concretos que tienen una significativa trascendencia por las implicaciones políticas actuales.

Publicado: 2020-07-01

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