Vol. 4 Núm. 8 (2021): Crisis estructural y lucha de clases: trabajo, capital y estado en el siglo XXI
Las diversas manifestaciones fenomenológicas de la crisis hunden sus raíces en el modo de producción capitalista. Su fundamento es el propio movimiento del capital como «contradicción viva» (Alves, 208: 28). Como explica Marx, hay crisis allí donde existe producción capitalista, es decir, producción de la vida material bajo la dominación del trabajo abstracto y subsunción del trabajo al capital, cuyo objetivo es la producción del mayor valor posible para su apropiación privada y no para la satisfacción de necesidades sociales, por lo que se desdoblan los antagonismos y contradicciones ya presentes en la metamorfosis de la mercancía, en el proceso de producción y en el proceso de circulación (Marx, 1980: 463-477).
La crisis estructural del capital actual revela la incapacidad sistémica para cumplir con las promesas del desarrollo capitalista y solucionar las contradicciones que le son inherentes a su dinámica expansionista de autovalorización sin fin y su lógica incontrolable y destructiva (Antunes, 2009: 10-12). La crisis se manifiesta como el predominio de largos ciclos recesivos de la economía mundial, el descenso del crecimiento y del desarrollo, crecientes dificultades para valorizar al capital en escala mundial, esto es, menos producción del valor y de plusvalor a pesar del incremento de la productividad del trabajo impulsada por las innovaciones tecnológicas y la organización del trabajo, así como el crecimiento de las actividades especulativas del capital ficticio (Sotelo, 2010, 29-30).
Esta respuesta capitalista tendiente a resolver la crisis, permite contrarrestar la tendencia decreciente en la tasa de ganancia como consecuencia del aumento de la composición orgánica de capital, sin embargo, es una respuesta circunstancial, ya que aunque favorece la apropiación de valor de forma temporal, no resuelve la contradicción fundante, por lo que el problema aumenta (Carcanholo, 2008).
Por lo anteriormente expuesto, algunos autores la refieren como crisis del capital ficticio, sin embargo, como explica Carcanholo, cuando se habla de capital ficticio es importante referir que éste es al mismo tiempo ficticio y real, es parasitario y exige remuneración; en ese sentido se pregunta, ¿quién y cómo se produce la plusvalía suficiente para atender las exigencias de remuneración del capital, incluyendo la del capital ficticio? La respuesta central está en el aumento de la explotación del trabajo por medio de plusvalía relativa, plusvalía absoluta, y la superexplotación del trabajo en el sentido de Ruy Mauro Marini (Carcanholo,2008; Marini, 1996).
A pesar de que la realidad nos muestra que el mecanismo central para reducir la tendencia a la baja de la cuota de ganancia está en el aumento del grado de explotación de la fuerza de trabajo, erróneamente esta tendencia ha sido interpretada por algunos autores como “el fin del trabajo”. Estos autores descartan la centralidad del trabajo en la reproducción social actual y desestiman el papel fundamental de la clase trabajadora en el mundo actual (Rifkin, 1995; Habermas, 1989; Gortz, 1990); confunden el trabajo concreto y abstracto, no diferencian entre el trabajo útil y el trabajo como sustancia de valor.
Diversos estudios muestran que el trabajo abstracto no desaparece, sino que tiende a emerger como trabajo muerto, pretérito o condensado, porque se generan nuevas formas de valorización del valor. Con la incursión de nuevas tecnologías aumenta la intensidad y productividad del trabajo; se amplía el trabajo intelectual abstracto al interior de las fábricas modernas y se generalizan las formas de trabajo precarizado manual e intelectual sobre las formas de la empresa flexible y la desverticalización productiva; emerge el trabajo tercerizado, a tiempo parcial, entre otras formas. Todo ello es ejemplo de la vigencia, e incluso, ampliación de la ley del valor, pues estas formas de trabajo permiten ampliar la extracción de plusvalor (Antunes, 2018: 52-53).
Blanca Estela Melgarito Rocha
Coordinadora de Dossier